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EL TOMATE
El tomate es un fruto originario de América, de las zonas andinas de América del Sur, más concretamente de los bajos Andes, y fue cultivado por los Aztecas en México. La palabra azteca "tomatl" significaba "fruta hinchada", por ello, los conquistadores españoles lo
llamaron "tomate".
Se los cultiva actualmente en todo el mundo y es rico en vitaminas A, B y C.
Por este alto contenido en vitaminas y en minerales, y por ser agradable al paladar, es ampliamente usado para el consumo, pues se incluye en numerosas preparaciones culinarias de la cocina internacional, y también tiene aplicaciones medicinales, por sus propiedades desinfectantes, digestivas y antiescorbúticas.
Pero no siempre fue así. Cuando los conquistadores españoles llegaron a tierras americanas, prestaron atención a los productos alimenticios cultivados por los indígenas. Los aborígenes comían mucho fruto de tomate. Lo llevaron a Europa, pero no fue aceptado inmediatamente en las mesas europeas.
Junto al maíz, la patata, el chile y la batata, el tomate fue introducido en España a principios del siglo XVI, gracias a los viajes de Cristóbal Colón.
Se cree que llegó primero a Sevilla, uno de los principales centros del comercio internacional, en particular con Italia.
La primera receta publicada que se conoce para preparar "salsa de tomate al estilo español" data del año 1692.
En Francia todavía en el siglo XVIII se lo utilizaba como planta decorativa de jardines.
Y en Alemania se comenzó su cultivo después de 1870.
Se suponía que sus frutos eran venenosos, que podían producir vómitos y diarreas. Y puede basarse esta creencia, en la presencia de la solanina en el tomate verde, que es tóxico. por eso el tomate debe consumirse maduro.
Actualmente está presente en todas las mesas y en una infinidad de platos: ensaladas, componente fundamental de muchísimas salsas, condimentos, bebidas refrescantes, dulces y mermeladas, cocidos, fritos o crudos.