Acompañados de un buen vino blanco o una cerveza fría, estos buñuelos están riquísimos.
Atreveros con esta receta, no os arrepentiréis, quedaréis magníficamente bien y seguro que la váis a repetir más veces.
Ingredientes
- 250 ó 300 gr. de Bacalao desalado.
- 1 Patata pequeña.
- 1 Cebolla Nueva o Cebolleta.
- 3 Dientes de Ajo.
- 1 Huevo.
- 1 Taza de Harina de Trigo.
- 15 gr. (1 sobre) de Levadura en polvo.
- 1 Hoja de Laurel.
- Perejil fresco.
- Colorante.
- Aceite de oliva virgen.
- Sal.
- Un chorrito de vinagre.
1. Poner en un cazo agua a hervir, la hoja de laurel y un chorrito de aceite (calcular el agua para que cubra la patata cuando llegue el momento de echarla).
2. Cuando hierva apagar, echar el bacalao y dejarlo atemperar dentro del cazo.
3. Cuando el bacalao esté en su punto sacarlo y reservar
4. Poner el cazo de nuevo en el fuego y añadir la patata cortada a trozos, dejar hervir hasta que la patata esté tierna.
5. Picar la cebolla y los ajos finamente, picar también el perejil.
6. Sacar la patata y con un tenedor o un pasapuré machacarla hasta que quede una masa parecida a un puré y ponerla en un bol.
7. Añadir el bacalao desmigado cuidando de que no tenga espinas y volver a machacar con el tenedor.
8. Añadir el huevo y mezclar bien.
9. Añadir la cebolla, los ajos y el perejil y volver a mezclar. Si se prefiere refreír un poco la cebolla en aceite para que no esté cruda, en este caso no poner el aceite en el paso 1.
10. Añadir la taza de harina y la levadura y volver a mezclar.
11. Añadir un poco de colorante, la sal, un chorrito de vinagre y vamos añadiendo poco a poco el agua con la que se ha hervido el bacalao y las patatas.
12. Mezclar todo muy bien hasta que quede una masa, más bien, un poco espesita, no tiene que quedar muy líquida, si hiciera falta añadir más agua.
Probar y corregir de sal si fuera necesario.
13. Tapar la masa con papel film y dejar reposar en el frigorífico un mínimo de un par de horas, si se hace de un día para otro, mejor.
14. Freír en una sartén a fuego medio con bastante aceite, cogiendo un poco de masa con una cuchara y ayudándose con otra para echarla, freírla por una cara, voltearla y freírla por la otra, cuando creáis que están en su punto apartad en un recipiente con papel absorvente y...
¡A disfrutar!