- 1 Pollo cortado en trozos.
- 1 Cabeza de Ajos.
- Aceite de Oliva Virgen.
- Sal.
Salar el pollo.
Golpear los dientes de ajos sin pelarlos.
En una cacerola, poner 1/2 vaso de aceite, refreír los ajos durante un par de minutos, sacarlos y reservar.
Poner el pollo en la cacerola, refreír removiendo de vez en cuando durante 30 minutos, más o menos, hasta que el pollo esté tierno y la salsa se vuelva un poco aceitosa.
Diez minutos antes de que se cumpla el tiempo añadir los ajos, probar y rectificar de sal.
Se puede acompañar con patatas fritas y ...
¡A disfrutar!